La Representación de la Librea de Valle de Guerra es un acto cultural, tipo Auto Sacramental, fuertemente arraigado en la cultura popular, no sólo en la comarca del Nordeste de Tenerife sino en toda Canarias, que se ha convertido en el símbolo de identidad cultural más representativo del pueblo de Valle de Guerra. Declarada Bien de Interés Cultural con categoría de ámbito local, en junio de 2007 por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias según el Real Decreto 132/2007, del 24 de mayo. La Librea está inspirada en la histórica Batalla de Lepanto, acontecida en 1571 en el Golfo del mismo nombre, entre una poderosa flota naval del Imperio Turco y la armada de la Liga Santa, constituida a instancias del Papa Pío V, por soldados y navíos de España, Estados Pontificios y Venecia, con el fin de frenar la expansión del Imperio Otomano que amenazaba peligrosamente a Europa Occidental y Norte de África.
El origen de esta tradición ya está documentada desde principios del siglo XIX, en la que los vecinos de Valle de Guerra homenajearon a los participantes de la Batalla de Lepanto junto a la Virgen a que se encomendaron para lograr la victoria frente a los turcos en tan afamada lid, con desfiles de las milicias populares y barcos, actividades, pandorgas, loas a la Virgen del Rosario, danzas con tambor, carreras de barcos, y diálogos entre el cristiano y el turco, todo ello a la lumbre de los hachos de tea. La Librea Valle de Guerra ya viene documentada en las memorias del tercer vizconde de Buen Paso (Juán Primo de la Guerra), que anotó en su diario el 2 de octubre de 1803: “Celebróse la víspera según costumbre con navíos, entremeses, libreas y barcos”. Presumiblemente, de estas celebraciones partió la imitación de libreas con barcos en otras localidades del nordeste de Tenerife, algunas de las cuales se mantienen en la actualidad. Desde 1982, La Librea se ha representado de forma ininterrumpida cada sábado más próximo al siete de octubre, con una secuencia de actos muy semejante a las de las antiguas celebraciones, con la única novedad de la incorporación de un Auto que relata los acontecimientos de Lepanto que, con los años, se ha convertido en el acto central de La Librea dada su plasticidad escénica.
El desarrollo secuencial de la representación de La Librea contempla dos aspectos diferenciados, pero a su vez complementarios: Por una parte, el desfile de los Barco de la Virgen junto a la Escuadra de la Virgen, y por otra, la Representación teatral de la batalla naval con su preámbulo de relato de acontecimientos históricos. En la actualidad, la noche del acto se realiza una procesión en la que, tras los oficios religiosos, una escuadra compuesta por seis soldados y un Capitán, ataviados con trajes de la época (que le dan la denominación de Librea) y fusiles que son reproducción de los que se utilizaron en el segundo tercio del siglo XVI, escoltan a la Virgen del Rosario alrededor de la iglesia. Previamente, el Capitán de la escuadra de escoltas ha solicitado permiso al párroco, para hacerse cargo de la custodia de la imagen sagrada y, concedido el permiso, prometen devolverla al templo en las mismas condiciones que le fue entregada. Cuando se aproxima las nueve de la noche, la procesión da la vuelta la plaza para desarrollar seguidamente la representación de La Librea.
La Representación de La Librea está dividida en 4 actos: La introducción histórica que relata los acontecimientos que se vivían en Europa. Los prolegómenos del combate, acontecidos en las armadas cristianas y turcas antes del enfrentamiento, la batalla y posterior derrota del turco. Para que la Librea sea una realidad es necesario la sinergia entre un equipo humano integrado por unas 200 personas, que trabaja todo el año en diversos aspectos, actividad que se intensifica los seis meses antes de la celebración del Auto. De tal manera que en el Auto intervienen amateurs y profesionales de diversos ámbitos, que aúnan sus conocimientos para llevar a cabo La Librea. Un esfuerzo colectivo que cada año disfrutan entre unas 3000 y 5000 personas en la plaza de la iglesia del pueblo.
La Asociación Cultural Amigos de La Librea, es una asociación sin ánimo de lucro, creada en el año 1991 con el fin de hacerse cargo de la organización del evento y de la divulgación del mismo. También tiene como objetivos investigar, recuperar, conservar, y desarrollar el legado de nuestros antepasados, así como aumentar el nivel de implicación vecinal e institucional en la protección, fomento y conservación de esta muestra de la Cultura Popular de Canarias. Fruto de esta creación la Asociación ha generado entre la sociedad vallera un vínculo de protección, unión, fraternidad y cooperación digno de un trabajo sociocultural logrado a través de los años, siendo el lapsus de unión entre la propia historia de La Librea y en muchas ocasiones entre el desconocimiento de sus ciudadanos. Dicha labor a concienciado a todos los estamentos valleros e incluso fuera de nuestras fronteras de considerar esta tradición como una seña de identidad de Valle de Guerra, Entre sus actividades destaca la iniciación en el teatro y la danza, talleres de corte y confección, ponencias, charlas, documentales, concursos de dibujo y carteles, y la representación de pequeños fragmentos de La Librea, enfocados a la participación del Auto.
Entre los reconocimientos que ha recibido La Librea Valle de Guerra destacan la declaración de Bien de Interés Cultural (2007), Premio Internacional CICOP como Patrimonio Inmaterial Cultural, (2013), la Insignia del Centro de Iniciativas Turísticas (2005), y el Galardón del Premio Amazig como mejor acto de interés cultural (2014). Desde junio del 2021 forma parte de la Plataforma de Patrimonio Cultural Inmaterial de España, reconocimiento otorgado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, también en el Portal de Turismo de España.
Desde el año 2016, La Librea forma parte oficialmente de la Red Internacional Rutas de Lepanto que tiene como objetivo promover la batalla y convertirla en marca turística. Esta Red Cultural Internacional está formada por asociaciones de ciudades como Lepanto (Grecia), Regensburg (Alemania), Gaeta, Venecia, Roma y Messina (Italia), San Marino, Nicosia (Lepanto), Toledo y Valle de Guerra (España) que tienen un único objetivo la difusión y preservación del patrimonio cultural que las une. Fruto de esta participación, en 2017, se celebró en Tenerife el III Encuentro Internacional de Rutas de Lepanto Europeas, de tal manera que entre el 6 y 8 de octubre se dieron cita en Tenerife una representación de varias ciudades italianas (Messina, San Severo, Gaeta, Palermo, Venecia, Nicosia y Marino), de Alemania (Rogensburg), Grecia (Lepanto) , Chipre (Famagusta) y España (Yuste y Barlovento).
