Existe un periodismo alternativo, tremendamente atractivo. Es un periodismo actual, que combate, muchas veces en silencio, al periodismo inactual. La agonía del papel nos trae estos tiempos, que son nuevos para unos –para mí— y no tan nuevos para otros –para los jóvenes que ahora crean una nueva prensa, que no tiene definición, pero de la que debemos aprender–. Me gustan las iniciativas que ni siquiera yo entiendo, pero que atesoran calidad, según los patrones estéticos del periodismo, que esos sí que cambian poco. Cada vez que nace un medio con decencia yo me alegro, incluso si se convierte en rival y me quita cuota de mercado. Las oportunidades son para todos y es muy noble decir y sentir eso de que gane el mejor. Me gusta este periódico, está hecho con gusto. Ahora lo que falta es que triunfe, que penetre en un mercado muy abundante de medios, que capte la atención del lector en un país en el que cada vez se lee menos y que cada vez está más despistado. En España se lee mucho menos que en cualquier otra parte de Europa. Parece mentira que, en épocas, hayamos sido tan ilustrados, pero lo que pervive es la España negra de Rinconete y Cortadillo, la España mendiga intelectualmente, últimamente alentada por los progresistas que no lo son y por la derecha que se dice civilizada y que no lo es. Estamos inmersos en la duda, nunca viví tanta incertidumbre, ni siquiera en el franquismo. Acabo de decidir que reeditaré un trabajo mío sobre la prensa patriótica en la isla de Tenerife en 1936, que es un resumen de mi tesis doctoral. Voy a corregir la primera edición, que tiene 35 años y un prólogo del gran periodista José Antonio Rial, y a imprimir digitalmente 150 ejemplares de la segunda para venderlos, al costo, exclusivamente en la presentación. ¿Ven? Yo también puedo innovar y agradezco poder compartir el pequeño secreto con los lectores de Página 13. Les deseo mucho éxito, saludo a este nuevo periodismo que seguramente tendrá muchas cosas que enseñarnos a los que hemos traspasado, con creces, a veces infaustamente, todas las fronteras de la vida y de la profesión. Bienvenidos.




Buen artículo Señor Andres. Me alegro de poder leerle por aquí además de El Burgado. Mucha suerte a los creadores de este nuevo periódico que seguro que dará mucho que hablar en estos tiempos tan raros y difíciles a lo que nos arrastran nuestros corruptos y “amados” dirigentes políticos. Siempre bienvenidos nuevos aires informativos ✌️👍👍