martes, 14 octubre, 2025

Cuando visites Pájara, fíjate en esta fachada increíble

A finales de los años noventa del siglo pasado realicé en Fuerteventura una investigación de campo de varios días. Buscaba, principalmente, testimonios sobre la singular Luz de Mafasca, y lo encontré por decenas. Sin embargo, mi curiosidad siempre ha tenido un amplio perímetro, de manera que indagué sobre casas encantadas, cuentos de brujas, yacimientos arqueológicos, milagrería…en fin, lo habitual y lo que me apasionaba. Por aquellos años podías viajar a la isla en el jet-foil, saliendo desde Tenerife con parada obligada en Gran Canaria. Después de varios días peinando Fuerteventura, coronando Tindaya, sobrecogiéndome con la historia de fray Andresito en La Ampuyenta, y escarbando en las arenas de Jandía en busca de unas esculturas imposibles, terminé exhausto y sentado a la sombra ante la fachada de la iglesia de Pájara. Me quedaban un par de horas para coger el jet barco de vuelta. Con seguridad perdí algún que otro kilo por lo que andurrié, y por el abrasador calor de aquellos días. En fin, sentado de espaldas a la puerta de entrada en un banquito de cemento, aprovechando la fina sombra que proyectaba el templo, me repuse y partí al muelle.

Apenas llevaba unas horas en mi casa, en Tenerife, cuando empecé a soltar espumarajos por la boca y me cagué mil veces en mi torpeza. ¿El motivo? Simple. Sentado ante Televisión Canaria contemplé como, en un modesto programa de paseos por Canarias, mostraban un paneo de la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de Regla, en Pájara, ante la que yo me había sentado horas antes dándole la espalda. Me quedé estupefacto al ver la rica y simbólica decoración de la misma, en la que yo no había reparado en absoluto por culpa del cansancio acumulado. Ruedas solares, figuras tocadas con peñachos amerindios, serpientes que se mordían la cola conformando ouroboros, motivos que evocan la estética asiria…Me quedé literalmente de piedra, frustrado al máximo por no haber tenido la fuerza e iniciativa de darme la vuelta y descubrir por mí mismo aquella rareza de la arquitectura religiosa en Canarias. Por supuesto, junté las perras que no tenía y regresé en una paliza de viaje relámpago en unas pocas semanas para contemplar aquella maravilla.

La fachada, de la segunda mitad del siglo XVII, presenta una asombrosa simbología que en primera instancia tenderíamos a catalogar como no cristiana, pero que según se ha defendido, interpreta los símbolos y emblemas que codificó Cesare Ripa en su Nova Iconografía. En cualquier caso este autor no inventó nada, sino que se nutrió de muchas fuentes, algunas también herméticas, y las hibridó en un contexto católico. Dos figuras con penachos que recuerdan al arte precolombino miran hacia una central, situada sobre una extraña estructura circular que recuerda una flor de loto. Esta figura tiene alas y un tocado de plumas, evocando a una de las representaciones más conocidas del zoroastrismo persa, el faravahar. Dos leones ascienden hacia esa figura, animales solares vinculados con el poder, la valentía, la realeza y la vigilancia de los espacios sagrados.

Serpientes de dos y cuatro cabezas que tal vez evocan a la mítica hidra, y dos complejos ouroboros, emblema del eterno retorno y de la condición cíclica de la naturaleza. En el centro de cada una de ellas se descubren lo que parecen un ouroboro menor, que rodean dos discos solares, y justo debajo, una estrella de ocho puntas y otra de cinco. En sus laterales hay una forma que parece la luna en fase creciente o menguante. El conjunto parece decirnos que todo en la naturaleza, en la tierra y en los cielos, es cíclico, sin fin. En la fachada también vemos un óculo destacado, que simboliza el sol, con ochos ejes o rayos en ligero movimiento. Otros discos solares completan el conjunto, junto a formas geométricas diversas, como un grupo de doce y otro de diez cuadrados, y un paralelepípedo sobresaliendo fuera del conjunto.

Para mi este lugar es un misterio artístico. Un crisol de simbología. Para que no te ocurra lo que a mí, cuando visites Pájara no olvides fijarte en la fachada de su iglesia.

José Gregorio González
José Gregorio Gonzálezhttps://cronicasdesanborondon.es/
Escritor y divulgador, director de Crónicas de San Borondón.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Información básica de protección de datos

Responsable: Moisés Castilla Melián.

Finalidad: publicar su comentario, sugerencia o valoración. 

Derechos: puede ejercitar su derecho de acceso, rectificación, supresión y otros, tal como aparece en la información ampliada que puede conocer visitando nuestra política de privacidad. https://pagina13.es/politica-de-privacidad/

Compártelo:

spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

Popular

Otras noticias
Página 13

Circuito de CXM Isla de Tenerife – Trofeo Mizuno 2025

El II Circuito de Carreras por Montaña Isla de...

El Tambor de Ajax, el Burda y el Mago electrónico

Tenía por aquellos años, una caja cilíndrica, que se...

«Soy más canario que el gofio»

Una de las señas de identidad de Canarias es...

1492, cuando un grito de “¡Tierra a la vista!” cambió el mapa del planeta

Tal día como hoy, hace 533 años, un navegante...