Estados Unidos y China anunciaron este lunes una reducción temporal de aranceles durante 90 días tras dos días de intensas negociaciones en Suiza. El acuerdo, alcanzado tras reuniones en Ginebra entre el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, busca aliviar las tensiones comerciales que han paralizado el comercio bilateral, valorado en más de 600.000 millones de dólares anuales.
Según fuentes oficiales, Washington reducirá los aranceles sobre importaciones chinas del 145% actual al 30%, mientras que Pekín bajará los suyos del 125% al 10%. El anuncio, hecho en una declaración conjunta, se produce tras una pausa de 90 días en las tarifas recíprocas impuestas por el presidente Donald Trump, excluyendo a China, lo que había elevado las tensiones. Las conversaciones, iniciadas el sábado en la residencia del embajador suizo ante la ONU, se describieron como «cándidas, profundas y constructivas», con ambos lados destacando «progresos sustanciales».
Aunque los detalles específicos del acuerdo aún no se han revelado, el objetivo es abrir un periodo de diálogo para resolver disputas sobre subsidios, déficits comerciales y seguridad nacional, con un déficit de 263.000 millones de dólares a favor de China en 2024 como punto clave. Trump celebró el avance en Truth Social, sugiriendo un «reinicio total» de las relaciones comerciales, mientras que analistas advierten que la reducción podría no ser suficiente para revertir el impacto económico inmediato, con mercados aún volátiles tras semanas de incertidumbre. La próxima ronda de negociaciones está prevista para julio, antes de que expire el plazo de 90 días.